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lunes, 27 de marzo de 2017

PRUEBAS SUPRALIMINARES: FOWLER O ABLB

Licenciada Vanessa Uribe Vargas
Tecnólogo Médico con especialidad en otorrinolaringología
Universidad Austral de Chile.

       Las Pruebas supraliminares, es decir, efectuadas a una intensidad mayor al umbral audiométrico, permiten realizar un estudio más exhaustivo de la sordera o hipoacusia.
Una de ellas es Fowler o ABLB (alternate binaural loudness balance test). Fue desarrollada por Fowler en 1936 como una prueba para evidenciar el fenómeno de reclutamiento presente en oídos con células transductoras auditivas lesionadas.
      El fenómeno de reclutamiento es una distorsión de la percepción de la intensidad del sonido, donde existe un crecimiento anormal de la sensación sonora a intensidades mayores al umbral auditivo. Esto se traduce en que la persona tiene problemas para entender lo que le dicen a un volumen normal pero cuando le gritan, le molesta la voz.
     Evidenciar reclutamiento a través de pruebas como Fowler permiten saber en qué lugar de la vía auditiva está ubicada la lesión (topodiagnóstico, lesión coclear o retrococlear), pues el reclutamiento se produce cuando los receptores sensoriales están lesionados, específicamente las células ciliadas externas del órgano de Corti en el oído interno.

Procedimiento e interpretación.

   El procedimiento requiere tener en un oído audición dentro de rangos de normalidad (25 dB HL o mejor ) y el otro con sordera sensorioneural. Esto es así porque la prueba busca realizar una comparación de la percepción sonora entre un oído y otro, y para ello, aunque la medición es subjetiva pues depende de la percepción de la persona, es necesario tener un punto de referencia normal.
Una vez obtenidos los umbrales auditivos, escogeremos una frecuencia entre 250, 500, 1000, 2000 o 4000 Hz que cumpla el criterio de asimetría que ya mencionamos. La prueba comienza 20 dB HL sobre el umbral auditivo aéreo del oído normal, y una vez que se logra equiparar la percepción de volumen con el otro oído, se aumenta de 20 en 20 dB HL hasta evidenciar el fenómeno de reclutamiento.
      En la imagen  a mano izquierda se puede ver un test que no evidencia reclutamiento, pues el sonido necesario para equiparar sonoridad se mantiene constante a medida que aumenta la intensidad. A mano derecha en cambio se puede ver por ejemplo que para equiparar sonoridad en 20 dB se necesitaron 50 dB (diferencia de 30 dB), luego en 80 dB se necesitaron 80 dB (diferencia de 0 dB), existiendo por tanto una distorsión de la percepción de sonoridad a altas intensidades.

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martes, 28 de febrero de 2017

PRUEBAS SUPRALIMINARES: LDL

Licenciada Vanessa Uribe Vargas
Tecnólogo Médico con especialidad en otorrinolaringología
Universidad Austral de Chile.

       Las Pruebas supraliminares, es decir, efectuadas a una intensidad mayor al umbral audiométrico, permiten realizar un estudio más exhaustivo de la sordera o hipoacusia.

      Una de ellas es LDL o loudness discomfort level test. Corresponde al nivel de molestia o disconfort a la intensidad (volumen) del sonido. Fue descrito por primera vez por Hood y Poole en 1966.
En general, en personas con audición normal, los sonidos sobre 100 dB producen molestía, y sería lógico esperar que en personas con hipoacusia, el nivel de molestia al sonido se desplazara o aumentara. Sin embargo, esto no sucede así en hipoacusias sensoriales (sordera por un daño en el receptor auditivo), debido al fenómeno de reclutamiento presente en este tipo de sorderas.

El fenómeno de reclutamiento es una distorsión de la percepción de la intensidad del sonido. Evidenciar reclutamiento a través de pruebas como LDL permiten saber en qué lugar de la vía auditiva está ubicada la lesión (topodiagnóstico), pues el reclutamiento se produce cuando los receptores sensoriales están lesionados, específicamente las células ciliadas externas del órgano de Corti en el oído interno.



Células ciliadas externas. Disposición en tres hileras. 



Procedimiento e interpretación

     El LDL está indicado siempre que se necesite saber si la hipoacusia es sensorial, neural o sensorioneural, es decir, si la sordera es producida por un daño en los receptores sensoriales del oído interno, en el nervio auditivo o en ambas zonas anatómicas. También es muy útil para complementar la evaluación audiológica en pacientes que refieren tinnitus (zumbido de oídos), hiperacusia (intolerancia a algunos sonidos), algiacusia (dolor de oídos ante algunos sonidos) y/o son candidatos a rehabilitación de la audición mediante audioprótesis.

     Tal como hicieron Hood y Poole, se utilizan tonos puros pulsátiles ascendentes, de frecuencia 500, 1000, 2000 y 4000 Hz, aunque actualmente algunos audiólogos tambien buscan el umbral de molestia en 250 y 6000 Hz, especialmente cuando el paciente es candidato a usar audioprótesis.
La prueba se inicia a una intensidad que en condiciones normales no genera molestia y se va aumentando la intensidad del estímulo de 5 en 5 dB hasta que el sujeto refiera disconfort al sonido. Es importante asegurarle al paciente que el sonido es controlado y que una vez refiera molestia, cesará inmediatamente la estimulación.

     En un oído sano existe una diferencia entre los umbrales de audición (mínima intensidad de sonido que se es capaz de detectar) y los umbrales de molestía de 80 dB en promedio. Esta diferencia se conoce como rango dinámico de audición. El rango dinámico acortado es característico de oídos con reclutamiento y por tanto esta presente en lesiones sensoriales que producen hipoacusia sensorial o sensorioneural, e hiperacusia con o sin sordera. 


Licenciada Vanessa Uribe Vargas
Tecnólogo Médico con especialidad en otorrinolaringología
Universidad Austral de Chile.

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jueves, 2 de febrero de 2017

PRUEBAS SUPRALIMINARES: SISI

Licenciada Vanessa Uribe Vargas
Tecnólogo Médico con especialidad en otorrinolaringología
Universidad Austral de Chile.

       Las Pruebas supraliminares, es decir, efectuadas a una intensidad mayor al umbral audiométrico, permiten realizar un estudio más exhaustivo de la sordera o hipoacusia.

      Una de ellas es SISI o short increment sensitivity index test. Fue desarrollada por Jerger et al. en 1959, tras conjeturar que un oído interno lesionado puede tener una mayor capacidad de percibir diferencias de intensidad que un oído normal.

      Actualmente este fenómeno es conocido en audiología como "aumento del limen diferencial" y es parte del fenómeno de reclutamiento que corresponde a una distorsión de la percepción de la intensidad del sonido. Evidenciar reclutamiento a través de pruebas como SISI permiten saber en qué lugar de la vía auditiva está ubicada la lesión (topodiagnóstico), pues el reclutamiento se produce cuando los receptores sensoriales están lesionados, específicamente las células ciliadas externas del órgano de Corti en el oído interno.

Procedimiento e interpretación

      Según Jerger, la prueba se realiza 20 dB sobre el umbral audiométrico de la frecuencia a evaluar, escogiendo clásicamente entre 500, 1000, 2000 o 4000 Hz, aunque el propio Jerger en 1973 reportó que los resultados obtenidos evaluando frecuencias de 2000 Hz o superiores son más confiables.
      El estímulo sonoro utilizado es un "pitido continuo" que cada cierto tiempo, sin seguir un patrón predecible, incrementará su intensidad o volumen en 1 dB. El examinado deberá avisar cada vez que detecte estas variaciones en el volumen. En total se generan 20 incrementos. Los resultados obtenidos se informan en porcentajes, especificando las frecuencias elegidas para el test.
      Antes de la prueba en sí, es muy recomendable condicionar al examinado realizando un test de práctica con incrementos de 5 dB. De esa forma nos aseguramos que las respuestas obtenidas sean confiables.

      Si el examinado es capaz de detectar solo el 20% o menos de las variaciones de intensidad, el resultado es negativo y no presenta reclutamiento. Podemos estar ante una audición dentro de rangos normales o una sordera con características conductivas o neurales, sin daño evidente en los receptores sensoriales (normoacusia, hipoacusia conductiva o hipoacusia neural)

      Si es capaz de detectar entre el 25 al 65 % de los incrementos, el resultado no es concluyente, aunque podríamos estar ante una sordera moderada con lesión sensorial (hipoacusia sensorial moderada)

      Si es capaz de detectar el 70% o más de incrementos, el resultado es positivo y  corresponde a sordera moderada o severa de tipo sensorial (hipoacusia sensorial o hipoacusia sensorioneural de predominio sensorial).


Licenciada Vanessa Uribe Vargas
Tecnólogo Médico con especialidad en otorrinolaringología
Universidad Austral de Chile.


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